martes, 17 de septiembre de 2024

“No nos vamos a dejar quitar la esperanza”: Presidente Petro

El Gobierno del Cambio está enfrentando fuertes ataques de la oposición que está empeñada en desestabilizar el mandato del Presidente Gustavo Petro. Tiene en marcha un entramado jurídico con el que pretende desconocer el voto popular de las elecciones de 2022 y ha puesto talanqueras en el Congreso a proyectos cruciales para la economía, como el mismo Presupuesto y la ley de financiamiento.

“Somos una resistencia viva y no nos vamos a dejar quitar la esperanza”, dijo el Presidente durante un discurso el 14 de septiembre ante la Asamblea Nacional por las Reformas Sociales, la Paz y la Unidad de Colombia, que se llevó a cabo en la Universidad Nacional, en Bogotá.

Lamentó que el llamado a un gran Acuerdo Nacional haya sido respondido con trampas por grupos opositores que se están moviendo en instancias judiciales y en otras ramas del poder.

Reiteró sus denuncias sobre el robo de los dineros de la paz en el gobierno pasado y el estado de grave endeudamiento en que esa Administración dejó al país. Al criticar a las poderosas élites que han gobernado a Colombia por décadas, señaló que “no son capaces de aguantar la democracia” y agregó que por eso quieren cerrarla.

Sostuvo que si se desata un golpe de Estado, a esto se puede responder con propuestas de una reconciliación, que es posible y sin agachar la cabeza o con una revolución en la que se exprese el poder popular.

El jefe de Estado llamó a defender la voluntad popular que lo llevó a la Presidencia con los votos mayoritarios en la campaña de 2022 y señaló que se deben crear comités de defensa del cambio para mantener la opción pacífica y democrática en el gran propósito de sacar a Colombia de los problemas de desigualdad e injusticia social.

Ponen obstáculos a proyectos sociales

“Si no sale el presupuesto que presentamos (en el Congreso), discutido, claro, pero salvando las partidas para la gente más pobre de Colombia, tampoco saldrán las partidas para la gente más rica de Colombia”.

Así lo afirmó el Presidente Gustavo Petro ante más de cinco mil personas, al intervenir en la Asamblea Nacional por las Reformas Sociales, la Paz y la Unidad de Colombia.

También se refirió a los magistrados que definirán la aplicación de la Reforma Pensional, presentada por el Gobierno del Cambio y aprobada por el Congreso, iniciativa histórica que beneficiará a más de tres millones de personas de la tercera edad.

“Definirán si esa ley se aplica o no se aplica. Leerán los libros de justicia, las doctrinas jurídicas sobre si la publicidad se hizo o no se hizo, que sí se hizo; sobre si el debate se hizo o no se hizo y hubo dos años de debate; sobre si es necesaria o no y la Constitución lo ordena y la Constitución de Colombia sí que desde el principio miró a esos viejos y a esas viejas y por eso propuso el Estado Social de Derecho”.


Con todo respetro, el humor de Matador

 

El caricaturista Matador interpreta con su ingenio hechos y situaciones de la vida nacional. Este es su espacio en la edición 23 del periódico VIDA.

"El clasismo": Margarita Rosa de Francisco

El concepto de clases sociales no es un invento marxista. Desde Platón y Aristóteles en Occidente y en otras culturas se han construido sociedades divididas en clases de acuerdo a diferentes principios. 

El clasismo es un vicio de dicho concepto y se refiere, en el contexto colombiano, a la actitud enraizada en la percepción de que hay gente de mejor pelaje que otra según criterios arbitrarios como el poder adquisitivo, apellidos, características de los lugares de nacimiento y de crianza, el colegio y las universidades a las que se tiene acceso, nivel cultural y, por supuesto, tendencias políticas.

En nuestro país se llega al punto de estratificar al pueblo (aunque los estratos altos no se consideran pueblo), en una suerte de control de calidad que clasifica a grupos de personas en niveles que van del cero al seis, aunque los de muy alta posición social no figuran en esa disposición. Los “estrato 25” ya ni siquiera forman parte de nuestra sociedad. 

La “gente estrato seis” es mejor gente que la de estrato uno. Bajo esa premisa el sistema educativo de nuestro país se convierte también en un instrumento de exclusión que refuerza la estructura de jerarquización.

Al presidente lo critican por promover la “lucha de clases”. Como si esta no se planteara desde el mismo momento en que las prácticas sociales empiezan a reflejar el desprecio hacia el pobre (o mejor, hacia el empobrecido que es el pobre que el mismo sistema socioeconómico produce).

La lucha se gesta en la estratificación misma (que parte de un principio violento), no en el señalar su explícita obscenidad. La chusma vale menos, su calificación es dos, uno, cero. A propósito, a la guerra sólo van jóvenes que pertenecen a ese grupo gastable. ¿O acaso los muchachos de clases altas se van al monte a “luchar por Dios, la Patria y el Orden”?

El Presidente Petro propone una educación superior pública y gratuita, de calidad “estrato seis”, para los jóvenes colombianos.

De todos los obstáculos que ha sorteado este gobierno, los que impiden forjar una sociedad instruida quizás sean los más penosos y, sin duda, una de las formas más detestables de clasismo.

lunes, 16 de septiembre de 2024

"¡No pasarán!": Editorial

Augusto Cubides C.
Director del periódico VIDA

La oposición, la misma que gobernó hasta hace dos años cuando se instaló por primera vez un gobierno popular y progresista, está preocupada porque la ahora famosa plataforma mundial de inteligencia financiera, suspenda y sancione a Colombia por la revelación que hizo el Presidente Petro del software espía Pegasus.

Si nos cancelan la membresía, dicen y argumentan como si fuera la gran revelación, Colombia quedaría sin acceso a la información del lavado de activos que generan las economías ilegales y un conflicto armado “múltiple y complejo”. Están descubriendo que el agua moja.

Olvidaron que con sanciones y sin sanciones de la plataforma mundial de inteligencia financiera, hemos vivido los últimos 50 años, casi desde la bonanza marimbera por allá en los 1970. Décadas en las que ellos, la ahora oposición, gobernaron este país. Ahora quieren evadir el debate y su responsabilidad en muchos de los grandes peculados y lavados de activos durante sus gobiernos.

A propósito de lucha contra la evasión, nos podrían contar qué saben y qué pasó con los Panamá Papers, aquellos paraísos fiscales donde políticos, juristas, empresarios y hasta periodistas, corrieron a esconder sus dineros para evadir impuestos en Colombia. Y de paso nos cuenten cómo, hasta ahora, los implicados en el entramado de Odebrecth han logrado burlar la justicia.

Pero como se trata de “cocinar” el golpe de estado contra el Gobierno del Cambio, amplían y profundizan  diariamente en sus medios la narrativa del mal gobierno. El engranaje es perfecto: un día se atraviesan en la aprobación del presupuesto de 2025. Al día siguiente, hace lo suyo un Consejo Electoral amañado y pendenciero con un ponente sindicado.

Unos y otros les quieren hacer creer a los colombianos que el Presidente sufre de paranoia. Todos juntos crean el relato que el software comprado en el gobierno de Iván Duque con propósitos deleznables (non santos) y el tal golpe de Estado, con magnicidio incluido, no existen. 

La mezquindad y el odio los enceguece que ni siquiera atienden y escuchan al gobierno de los Estados Unidos y a la DEA, cuyos funcionarios en Bogotá y Washington han alertado al Presidente Petro que están en marcha varios atentados, léase bien, atentados con volquetas cargadas de dinamita para explotarlas al paso de la caravana presidencial. Por supuesto que ningún miembro de la oposición ha salido a esos medios, sus medios, a expresar su rechazo y menos a solidarizarse con el mandatario.

Como dicen los abuelos: es lo que tenemos. Y sí, tenemos por primera vez un gobierno popular que quiere y está jugado en hacer reformas para los más pobres. Y tenemos una oposición y un establecimiento y sus medios de comunicación, que se niegan a darles oportunidades a esos pobres. Son capaces de generar un magnicidio y llevar el país a otros 75 años de confrontación con tal de no perder sus privilegios ni sus negocios.

Claro, un conflicto donde solo pelearán pobres contra otros pobres porque sus hijos seguirán viendo la guerra y la pobreza por televisión o desde una playa en el Caribe, donde guardan sus dineros, o en el mediterráneo a donde solo pueden llegar ellos y sus futuras generaciones.

El complot no es una fábula. La democracia está en juego. ¡No pasarán! 


martes, 10 de septiembre de 2024

"El golpe": Editorial

Por Augusto Cubides C.
Director del periódico VIDA

Poderosos empresarios y sus abyectos medios de comunicación, a los que ahora se suman algunos sectores y personajes que tienen el mando en altas instancias públicas, han puesto en marcha un ilegítimo y oscuro proceso con el que pretenden desconocer la elección de 2022, que llevó a Gustavo Petro a ser el primer presidente de izquierda en Colombia.

El mandatario encendió las alarmas al denunciar que este conjunto de fuerzas opositoras está promoviendo un golpe de estado, que tiene como punta de lanza al Consejo Nacional Electoral (CNE), entidad que no puede juzgar al Presidente en una también orquestada y extemporánea investigación sobre las finanzas de la campaña ganadora en 2022. Bajo un concepto solicitado al Consejo de Estado, hecho a las carreras y que no es vinculante por ley, se está poniendo en riesgo el fuero presidencial.

Estas acciones de élites enceguecidas por el odio contra un gobernante progresista han venido siendo recurrentes y sistemáticas y, paso a paso, se están convirtiendo en ese golpe de Estado que ha advertido el Presidente.

Desde una amplia diversidad de fuentes se han desbaratado los argumentos jurídicos de estos sectores que hoy actúan en contravía de nuestro ordenamiento constitucional y que, en el fondo, lo único que quieren es desconocer el mandato popular que surgió de la victoriosa campaña de Gustavo Petro. En últimas, se quieren llevar por delante y sin consideraciones a la democracia colombiana.

El CNE, en el que hay acérrimos enemigos del Gobierno, es una instancia administrativa en la que no se puede seguirle una causa al Presidente con el aventurero propósito de despojarlo de su fuero. Detrás de esto hay fuerzas oligárquicas que quieren acabar con un Gobierno que ha decidido estar al lado del pueblo y no en alianzas o convivencia con las mafias o las élites que han vuelto a Colombia el país con mayores desigualdades en el mundo.

Quieren llevarnos a la inestabilidad institucional, algo en lo que históricamente Colombia se ha blindado en contraste con otros países de la región.

Ante la amenaza que se erige peligrosamente contra el voto popular, las reformas sociales y los proyectos del Gobierno del Cambio, nos unimos al llamado a la movilización general y popular que ha hecho el Presidente Petro. Hombres y mujeres, jóvenes, trabajadores y campesinos deben movilizarse en las calles para evitar que avance esta intentona golpista. 

El pueblo será la más fuerte barrera ante el grave riesgo que corre hoy nuestra democracia.